El Samsung Galaxy Note 10+ es el último buque insignia
La pantalla está compuesta por un panel Dynamic AMOLED de nada menos que 6,8 pulgadas. Es enorme y solo apta para quienes las prefieran grandes, como comento en el siguiente aparatado. Su resolución máxima se queda en el 2K, o QuadHD+ (3.040 x 1.440 píxeles), aunque durante mi semana de uso ha estado en FullHD+ para aprovechar mejor la batería del móvil. Todo ello con soporte para HDR10+ y un más que notable agujero en mitad de la parte superior de la pantalla para albergar la cámara. Lo que Samsung llama una Infinity-O Display, donde O es el agujero. Y se nota que ahí hay un agujero. Se nota mucho. Tanto por ser más grande que la barra de notificaciones como por estar en medio. Claro que en mi semana de uso he descubierto fondos de pantalla que lo disimulan a la perfección. Y ahí sí, como por arte de magia la cámara pasa totalmente desapercibida. Pero aquí lo importante es saber cómo se ve esta pantalla
Y se ve muy bien. La pantalla es brillante, nítida y muy saturada. Es un panel con tecnología AMOLED de Samsung, por lo que no hay queja alguna. Es el panel más grande y más avanzado del fabricante. Mi único pero es que, precisamente al ser tan grande solo se disfruta de su máxima calidad cuando se amplía la resolución a QuadHD+. Esto tiene que ver con la densidad de píxeles, que es de 498 ppp según AnTuTu. Si lo comparamos con otro móvil FullHD+ de menor tamaño, puede que éste parezca más definido que el Note 10+. Pero la cosa cambia si ampliamos la resolución. Eso sí, en contra tendremos el mayor gasto de batería.
Como decía antes, la pantalla tiene sus laterales edges o curvados. Se mantienen así algunas funciones que ya son habituales en los paneles de Samsung como las aplicaciones edge o la posibilidad de ubicar menús especiales en este lateral. Así que puedo lanzar dos aplicaciones a la vez para aprovechar esta gran pantalla con solo deslizar ligeramente el dedo desde el lateral hacia el centro. Cosas que he comprobado aunque después no he llegado a utilizar. Sin embargo, sí tengo que decir que he sufrido esta curvatura.
En mi semana de uso no he podido mirar el móvil tumbado boca arriba en la cama. Tener que sostener el móvil con dos manos hace que pulse involuntariamente los laterales, y es un dolor para esta práctica. Lo bueno es que, por las mañanas, me ha obligado a incorporarme y no quedarme de nuevo dormido. Lo malo es que esta hipersensibilidad lateral de la pantalla también me ha interrumpido partidas o vídeos al sujetar el terminal. No hay por dónde cogerlo sin tocar alguna parte de la pantalla.
Así que, como primera conclusión saco en claro que el del Samsung Galaxy Note 10+ es el mejor panel que he visto en cuanto a tono, brillo y ángulo de visión hasta la fecha. Sería ideal que incorporase 90 Hz de refresco, pero esto solo es un extra apreciable por pocos. Lo malo es que tanta pantalla puede llegar a ser incómoda para el uso habitual de un móvil. Lo bueno es que Samsung nos permite configurar la temperatura y saturación de los colores, que por defecto llegan cálidos y poco saturados.
¿NOS GUSTAN TAN GRANDES?
Como tantas otras cosas en la vida, lo grande llama la atención, pero puede resultar poco cómodo y poco manejable. Y en el mundo de los móviles pasa exactamente lo mismo. Desde luego que el Samsung Galaxy Note 10+ ha llamado mi atención en cuanto a tacto y a vista. Pero sus medidas de 162,3 x 77,2 x 7,9 mm se me han ido de las manos, literalmente.
Sin tener yo las manos demasiado pequeñas y lejos de ser grandes, suelo utilizar el móvil con una sola mano. El Note 10+ se deja controlar en algunos aspectos como el desbloqueo de pantalla, comprobar notificaciones (que no desplegarlas) o cualquier tarea que generalmente solo requiera cierto movimiento del pulgar. Hasta aquí bien. Pero como quieras cambiar a una posición horizontal para ver un vídeo de YouTube, o simplemente escribir un mensaje de WhatsApp sin miedo a precipitar el móvil, vas a tener que usar las dos manos.
Evidentemente los vídeos de YouTube, series de Netflix y videojuegos a pantalla completa que he probado se disfrutan mucho más. Pero también uso el móvil en la cama, y como decía antes revisar Instagram o jugar algún juego en horizontal es poco menos que imposible.
CINCO CÁMARAS PARA VER EN PROFUNDIDAD
El apartado fotográfico es ideal, aunque no perfecto. Si has llegado hasta aquí seguramente sepas que es el modelo más avanzado, con nada menos que cinco cámaras: una frontal y cuatro en la trasera. Algo que ni siquiera se da en el Samsung Galaxy Note 10 base de esta familia. La diferencia viene dada por la cámara ToF o de profundidad que acompaña a las tres traseras. Algo que ayuda enormemente a mejorar los retratos o fotografías bokeh o de enfoque dinámico, como las llama Samsung. Sin embargo, esto no significa que consiga resultados perfectos. Aunque sí es lo mejor experiencia de Samsung hasta la fecha.
Empezando por la cámara frontal, que en esta versión de un móvil + de Samsung llega sola (en referencia a la doble cámara frontal del Galaxy S10+), hay que hablar de un sensor de 10 megapíxeles con apertura f 2.2. ¿El resultado? Selfies con buena definición, donde los pelos sueltos de mi barba, cejas e incluso puntos negros de la nariz se dejan ver hasta cuando la iluminación no es la ideal. Quizá los colores se falseen ligeramente, hacia la sobresaturación a la que nos tiene acostumbrados Samsung con sus cámaras. Y tampoco resuelve con los mejores colores las escenas a contraluz. Pero para mí la definición y el contraste HDR de los resultados ganan la partida, aunque haya hecho notables mis problemas en la piel (en serio, se ve hasta el último grano. Y esto es bien para quienes apreciamos la definición en la fotografía).
Pero voy ahora con el punto fuerte: sus cuatro cámaras traseras. Samsung ha escogido el sistema ya clásico de los últimos móviles Premium del mercado: cámara principal, cámara con ultra gran angular y cámara con teleobjetivo. De esta manera cubre todo el espectro de situaciones que el usuario pueda encontrarse en su día a día. Desde escenarios amplios o fotos donde capturar un gran ángulo de visión, hasta la posibilidad de aplicar algo de zoom sin perder demasiada calidad en el resultado. Esto lo ha conseguido con un sensor principal de 12 megapíxeles con apertura dual variable que va desde f/1.5 hasta f/2.4. Con un sensor secundario de 16 megapíxeles con objetivo ultra gran angular de apertura f/2.2 que captura hasta 123 grados. Y, por último un sensor de 12 megapíxeles con teleobjetivo capaz de aplicar un zoom óptico 2X sin pérdida, con apertura f/2.1 y con estabilización óptica de imagen para evitar temblores al aplicarlo.
LA SEGURIDAD, AHORA MÁS CÓMODA
Samsung vuelve a repetir eso de introducir un lector de huellas en pantalla. Y la verdad es que le sienta muy bien al Samsung Galaxy Note 10+. Sobre todo porque, durante esta semana, apenas he tenido que repetir el gesto para desbloquearlo. Me he olvidado por completo del reconocimiento facial y no he sufrido a la hora de acceder al móvil. Sin tiempos de espera que hacen que me olvide de lo que voy a hacer cuando agarro el terminal.
Eso sí, el pero son esos dos días que necesitas para acostumbrarte a ubicar la posición de este lector. En mi caso me he acostumbrado a dar dos toquecitos sobre la pantalla para ver si había notificaciones y, de paso, activar el indicador de la posición de este lector (algo más elevada respecto al Galaxy S10). El sistema Always On Display también funciona, así que puede ser un solo toque. Suficiente para activar la pantalla y poner el dedo donde debe. Con un poco de práctica seguro que soy capaz de acceder al móvil a ciegas.
¿Y QUÉ PASA CON EL S PEN?
Se supone el gran añadido y compañero de la gama Note de Samsung. Es clave para su razón de ser. Pero quienes probamos móviles y hemos sido usuarios de la familia Note sabemos que acaba relegado a un segundo plano. Y esto no cambia en el Samsung Galaxy Note 10+.
Durante esta semana he probado cómo puedes controlar la gestión del móvil al aire. Prácticamente me he sentido Harry Potter moviendo la varita. Claro que si para moverme erráticamente por los menús de la cámara o por la galería tengo que sacar el lápiz, pulsar el botón y hacer el gesto (ahora reconoce varios gestos al aire)… me da pereza solo enunciarlo. Lo he usado, me ha parecido un avance tecnológico pero no considero que sea un avance práctico. Sí es útil para tomar una foto a distancia, por ejemplo, llegando a aplicar zoom o cambiando el modo con estos gestos. Pero no es algo que haya puesto muchas veces en práctica.
n definitiva, y con la experiencia que puede dar una semana intensiva con este móvil, puedo decir que es lo mejor que he probado de mano de Samsung. El diseño es sinónimo de calidad, y aunque se ha perdido el puerto para auriculares también se han simplificado los botones (adiós botón para asistente Bixby). La trasera es icónica y el frontal es todo pantalla. Demasiado grande para mi gusto, pero un placer para quienes quieran todo panel.
El rendimiento es de lo más fluido y los añadidos del S Pen no estorban en ningún momento. De hecho es muy probable que te acostumbres a usarlo para ciertas tareas como crear mensajes GIF para mandar por WhatsApp o capturas personalizadas. Aparte de eso, este S Pen añade funciones que hacen las delicias de los amantes de la tecnología pero no son realmente prácticas.
En cuanto a las cámaras, solo los usuarios con conocimientos avanzados de fotografía encontrarán pegas. Pero con cinco cámaras resulta realmente versátil para casi cualquier situación. Puede que no tenga las mejores fotos nocturnas o los mejores contraluces, pero es un móvil resolutivo.
Contact us to get more info and prices